No somos ningún partido político ni ningún sindicato. Somos ciudadanos con una diversidad ideológica, pero con una denominación común: la indignación y el cabreo.
Somos la generación engañada a la cual se le vendió un gran futuro, con un sólido bienestar y la que iba a tener el mundo a sus pies. En cambio somos la generación estafada, infravalorada y olvidada, la cual crecen estancada en el sofá delante de un ordenador.
Este grupo de personas no está dispuesto a quedarse parado viendo como a pasos agigantados destrozan un futuro que es nuestro. No estamos de acuerdo con la gestión política, la gestión sindical ni con un sector empresarial incapaz de arrimar el hombro. Esta situación insostenible nos ha llevado a salir a la calle y asumir, por fin, nuestra responsabilidad con nuestro futuro y el de nuestros vecinos, amigos y familiares.
No somos invisibles, somos muchos los que nos sentimos igual. Ya que vivimos en una democracia, queremos ser escuchados, y nos vamos hacer oír. Por ello nos juntaremos en diferentes ciudades españolas todos los viernes de forma pacífica y sin tolerar acto violento alguno.
Dando un ejemplo de respeto y coherencia, sumamos diferentes maneras de pensar, nos unimos desde la indignación exigimos una verdadera y transparente actuación de todos los actores sociales de nuestra sociedad, basada en los DERECHOS y las LIBERTADES FUNDAMENTALES.
Somos la generación engañada a la cual se le vendió un gran futuro, con un sólido bienestar y la que iba a tener el mundo a sus pies. En cambio somos la generación estafada, infravalorada y olvidada, la cual crecen estancada en el sofá delante de un ordenador.
Este grupo de personas no está dispuesto a quedarse parado viendo como a pasos agigantados destrozan un futuro que es nuestro. No estamos de acuerdo con la gestión política, la gestión sindical ni con un sector empresarial incapaz de arrimar el hombro. Esta situación insostenible nos ha llevado a salir a la calle y asumir, por fin, nuestra responsabilidad con nuestro futuro y el de nuestros vecinos, amigos y familiares.
No somos invisibles, somos muchos los que nos sentimos igual. Ya que vivimos en una democracia, queremos ser escuchados, y nos vamos hacer oír. Por ello nos juntaremos en diferentes ciudades españolas todos los viernes de forma pacífica y sin tolerar acto violento alguno.
Dando un ejemplo de respeto y coherencia, sumamos diferentes maneras de pensar, nos unimos desde la indignación exigimos una verdadera y transparente actuación de todos los actores sociales de nuestra sociedad, basada en los DERECHOS y las LIBERTADES FUNDAMENTALES.
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